Las ganas de debutar con este nuevo proyecto nos había
cegado un poco en cuanto a la realidad; no nos dimos cuenta que en esa misma
fecha habían muchísimos eventos más, pero ya todo estaba listo, así que no
retrocedimos. Durante dos meses nos habíamos preparado para ese día y al fin
había llegado.
A las 21, hora fijada para la apertura del local, ya había
un par de personas. Era buena señal. Al correr del tiempo, iban llegando los
amigos y se generaba un clima que nos recordaba a unos años atrás cuando seguíamos
a La Revancha del Caído donde tocaban. Risas, bromas, y abundante tereré debido
al calor sofocante (y cerveza, para quienes beben) creaban la atmosfera
apropiada de lo que el hardcore significa realmente: Amistad a pesar de las
diferencias.
Los EPs se iban agotando a medida que llegaba la gente, y a las 23:00 abría Krasso Error. Dos chicas,
dos chicos, y mucha actitud. Muchos veían por primera vez a esta banda que sale
totalmente de cualquier casilla en que se la quiera meter. Con algunos temas
tirando al surf, psychobilly, algún que
otro punk bien cuadrado y un hardcore furioso hacen parte de las variaciones de
sonido que podés encontrar durante su show. Se nota que los ensayos van dando
sus frutos, la banda se vé mucho más sólida desde la última vez que los ví,
mucho más distendidos y por sobre todo, divirtiéndose; que al fin y al cabo
debería ser el objetivo de toda banda.
Luego del show de los Krasso E, entraban en acción los
chicos de La Revancha del Caído. Después de un buen tiempo de abandonarnos y
dejarnos con las ganas de verlos, volvían a las andanzas. Esta vez, con un
integrante más, otra guitarra se sumaba para dar un mejor sonido del que ya
tenían. El show de ellos no defraudó: siguen con la misma energía de siempre,
con mucha interacción, saltos, sudor, gritos, y por sobre todo, fieles a sus
ideas y sin miedo a decirlas. Los primeros bailes de la gente empezaban, a ésta
altura ya era toda una fiesta. Dejaron en claro que siguen siendo de lo mejor
que tenemos en cuanto a hardcore por estos lares, sin embargo; seguimos
esperando el tan ansiado disco de ellos.
Sin descanso, nos tocaba el turno a nosotros, Estampida. Nueve
temas propios tocados en un set de 15 minutos, que parecieron 15 horas. El pogo
no paró nunca, la gente se comportó increíblemente con nosotros, y hace tiempo
no nos divertíamos así. Al cabo del sexto tema era hora de recompensar a todos
aquellos que nos hicieron el aguante: Salían de la conservadora chupachups para
todos. Fue el momento del éxtasis y ya nadie reparó en divertirse. Al grito de “chupachup,
chupachup” cerrábamos con los tres últimos temas que teníamos. Si bien hubo
errores en algunos temas, que quedan por pulir; el show fue todo un éxito.
Nunca, en todas las bandas que estuve, en un debut armaron pogo con temas que no conocían. Luego de mucho
chupachup, sudor, saltos y papel picado, terminaba el concierto. La gente en la
vereda se quedaba a compartir lo que quedaba de la noche; y sólo puedo concluir
esto: En un reci no se necesitan muchas personas que se queden mirando. Se
necesitan sólo las personas justas y necesarias para hacer una fiesta
inolvidable.
El full set lo podés ver acá:
Chavo.









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