Año 2011, caía en nuestras manos (o en
nuestras computadoras) un EP de una banda de Buenos Aires llamada Los
Valientes. El tema que te hacia volar la cabeza: “Patineta mata galán”. Este EP
se reprodujo sin parar y fue pasando de mano en mano, hasta que husmeando por
internet, vemos que estos chicos compartían casi siempre shows con una banda
llamada Los Caidos. Descargamos los demos disponibles, bien rápidas y furiosas
y con un sonido crudo, como nos gusta. El “hit”: “Dejaste el hardcore por tu
novia”, un tema que reflejaba la realidad de muchos, y que fue dedicada mas de
una vez a nuestros amigos. Pero lo que más nos llamaba la atención de estas
bandas era la manera en que se movían, creando shows, merchandising, inclusive
hasta una movida, basados en el DIY. Empezamos a contactar con ambas bandas
mediante redes sociales, y cuando lanzaron un flyer (cuando no, un flyer
magnifico e inolvidable, como cada uno de los que hacen ambas bandas) donde
decía que se ofrecían a tocar en cualquier boliche, casa o pileta, donde sea,
Juan (más conocido como Topo), les propuso la idea de hacer shows en Paraguay,
sin demasiadas esperanzas supongo. La respuesta fue un SI, y quedamos helados.
Si bien teníamos bastante experiencia haciendo shows locales, ésta vez iba a
ser diferente. Cerró fechas con ellos, y serian el viernes 9 y sábado 10 de
marzo del 2012. Empezamos con una difusión masiva de ambas bandas, spameando
por todos los medios posibles. Un grupo de personas con gustos e intereses
afines que había sido creado en 2011 con el nombre de “ACTITUD MENTAL
POSITIVA”, entre los cuales estábamos Enrique, Juan, Mónica y yo, entre otras
personas que ayudaron muchísimo, nos pusimos las pilas para poder organizar
ambos recis. Era nuestra primera vez y no queríamos ningún error, empezamos a
buscar lugares, encontrando una casa en Fernando de la Mora: “Villa Rita”,
donde seria el show del viernes, y una casa, ocupada en ese entonces por
payasos y malabaristas en el centro de Asunción: “Centro Cultural Ñande”.
Estaba todo listo, corrían los flyers por las redes sociales, de mano en mano,
y hasta por mensajes de texto en los celulares.
Jueves 8 de Marzo de 2012: A eso de las 23 hs,
Topo, Enri y yo llegamos al aeropuerto para recibir a los chicos. Durante más
de una hora se apoderó de nosotros tres una ansiedad inexplicable, nervios, una
mezcla rara que nunca habíamos sentido antes. Poco después de medianoche
veíamos a unos chicos con skates al otro lado de la puerta. Eran ellos. Estaban
aca, por fin. Luego de recibirlos y presentarnos, y un viaje súper apretado en
una camioneta (por suerte éramos buenos jugadores de Tetris), fuimos hasta
Villa Rita, donde estiramos las piernas y comimos algo, pudimos charlar mas y
conocernos. Luego de esto, van a dormir a la casa de Juan, donde se prepararían
para el primer show.
El viernes ninguno de nosotros fue a trabajar
con tranquilidad. Mientras ellos daban un paseo por Asunción con Juan, nosotros
queriamos estirar las horas para poder tocar y estar con los chicos. Por la
tarde llegábamos a Villa Rita a dejar todo listo. Nuestros visitantes
preparaban las cosas para su feria de manera artesanal, recordándonos como
habría sido la movida hardcore en los años 80. Esa noche se presentaban con
tres bandas locales: Kria Kuervos, Repudio y desde Ciudad del Este, los chicos
de Moloko. Nos sorprendía la cantidad de personas que veíamos llegar, que nunca
antes habían ido a algún show de hardcore. Sí, la publicidad había dado sus
frutos. Y fue así, que empezó el reci con un centenar de personas, en una pieza
de aproximadamente 3 metros por 6. Era Marzo. Y todos saben que en Paraguay hay
solo dos estaciones: El Verano, y la Estación del Tren en el Centro. Imagínense
el calor con más de 50 personas dentro de una pieza así con un ruido infernal.
Una fiesta de sudor y baile. A pesar del sonido flojo de esa noche (la voz casi
no se escuchaba), las bandas dieron todo de sí. Kria Kuervos, que en ese
entonces aun se afianzaba, tocó rápido y con fuerza. Repudio, que desde ese
entonces se lucia con sus presentaciones innovadoras, no fallo, y fue una
fiesta. Moloko, a pesar del largo viaje, dio un show sin nada que guardar, potente,
agresivo. Era turno de Los Valientes. Entraron y dejaron a todos sin aliento.
Titi gritaba, bailaba, iba por los aires. Ramiro no dejaba de sorprender con su
batería. Juani rasgaba ese bajo con precisión y tranquilidad al mismo tiempo.
Jose hacia bailar con esa guitarra. Una ruidosa armonía teníamos frente a
nosotros. El publico pedia mas temas, empapados de sudor.
Tras un leve descanso, era hora de Los Caidos. Y fue ahí que Ramiro certificó que era un monstruo con esa batería, tocando mucho más rápido que en Los Valientes. Pabli y Joaquin, los encargados de los gritos, no se quedaron quietos ni un segundo, surfeando sobre nuestras cabezas, montándose en los amplis, Fran se lucia con la guitarra, y Nahue, aunque mas bajo de perfil, daba la solidez con su bajo al ritmo.
Si Los Valientes nos habían dejado sin aliento, Los Caidos nos habían
dejado muertos. Empapados de sudor y muertos.
Cada uno volvió contento a su casa, después de ver un show inolvidable. Algunos quedaron mas tiempo en la casa, compartiendo con los chicos experiencias y compartiendo alguna que otra Pilsen. Nuestros ya queridos visitantes quedaron a dormir en la misma pieza donde horas antes hicieron un show memorable.
El sábado empezaba bien temprano, a pesar de
habernos acostado bien entrada la madrugada. A mitad de la mañana todos
estábamos arriba, preparando el almuerzo. Gustavo Alfonso, uno de los
personajes más queridos y activos del hardcore paraguayo desde los años 90, la
noche anterior había quedado encantado con los chicos, y había prometido un
asado a quienes comían carne, promesa que cumpliría a cabalidad ese sábado,
acompañando con unas (muchas) Pilsen bien frias. Por la tarde fuimos hasta un
shopping cercano a Villa Rita y al desaparecido skatepark bajo el viaducto de
Calle Ultima, para luego tener un breve pero merecido descanso hasta entrada la
tarde, donde se tomaron más de un baño.
Era hora de salir para el Centro y el ultimo show. El Centro Cultural Ñande
estaba preparado. Abria el show Bala Perdida, con algunos covers que empezaban
a romper el hielo. La gente llegaba. Nuevamente más de un centenar de personas
se hacían presentes, un hecho muy curioso para un show de Hardcore en Asuncion,
teniendo en cuenta no solo la poca gente que seguía en ese entonces este estilo
musical, sino también que eran dos días de shows seguidos. Seguia UxFxDx, con
una nueva formación, y que seria su ultimo show, por lo menos hasta ahora. Full
Speed Ahead era la siguiente banda invitada, siguiendo con el crossover, bien
pulido. Llegaba una de las bandas mas esperadas por todos, A Prueba de Balas,
quienes afianzaban la movida hardcore en Asuncion en ese entonces. El publico
estaba ya preparado para recibir a las bandas que estaban de gira. Esta vez,
Los Caidos tomaban el escenario primero. Un show mucho mas impecable que el dia
anterior debido al sonido, nos dejaban de nuevo con las revoluciones por el
cielo, stages divings, moshpits, destrucción. Habia pasado todo. Sin darnos
cuenta, Los Caidos acababan su show y por lo tanto, su gira.
Pero no nos dieron
tiempo de lamentos. La fiesta llegaba de la mano de Los Valientes. Una vez más,
éstos 4 muchachos hacían bailar a todos, hasta que, a pedido del publico,
cerraban con un furioso Pay to cum de Bad Brains.
El reci había terminado, los
instrumentos y las cosas se habían empacado, y desde el mismo Centro Cultural, todos
salían directo para tomar el vuelo de
regreso a Buenos Aires excepto Titi,
quien se quedaría unos días mas compartiendo con nosotros. En medio de la
adrenalina y la alegría, no asimilamos que había pasado volando el tiempo y que
esos mismos 8 desconocidos a quienes 48 horas antes esperábamos ansiosos en la
puerta del aeropuerto, eran ahora 8 amigos con quienes habíamos comenzado a
tejer un lazo de amistad que sigue perdurando, y con quienes nos encontramos
cada vez que los cuerpos atraviesan el espacio que nos separa. Los Caidos y Los
Valientes no solo marcaron el primer show internacional de Hardcore en
Asuncion, sino que también afianzaron la movida que se estaba creando, una
nueva movida, fresca, diferente. Fueron el comienzo del que fue, sin dudas, el
mejor año para el Hardcore paraguayo.
Chavo