domingo, 28 de junio de 2015

Good Good Things: El pogo más intenso lo trajeron desde Francia.

Esto surgió sin dudar. Joaquín de Los Caídos y Hernán de Beautiful Sundays estaban dando una mano a estos chicos franceses que estaban armando su tour sudamericano, y querían que Asunción fuese una parada para ellos. Así fue, Asunción se sumó gustosa a la grilla de conciertos que darían por el continente. Desde el principio hubo cierto tipo de desconcierto con respecto a la banda que venía. Por más que buscáramos en Internet, no encontrábamos más que el bandcamp con sus discos lanzados (que sonaban increíble por cierto, muy muy ochentoso el sonido, recordándonos a Black Flag y otras bandas similares) y un blog donde posteaban sus flyers de recis. Nada más. Un par de videos en YouTube, nada de fotos, nada de fanpages, nada de info. La comunicación era por medio de mails, lo que nos llevó a suponer que no estaban tan amigados con las redes sociales.



El reci estaba marcado para el Jueves 12 de Marzo, un día no muy favorable para hacer eventos, pero de igual manera le metimos todas las pilas para que esto salga super. La llegada de los chicos estaba prevista para la tarde de ese mismo Jueves, como estaba trabajando, Benito y Roy fueron los encargados de ayudar a la banda a ir a buscarlos de su viaje desde Ciudad del Este, donde habían tocado un día antes, y traerlos hasta la casa en Sajonia. La casa estaba lista y llegaron muertos de calor. Ni bien se acomodaron, nos empezamos a conocer, hablando español, inglés y aprendiendo francés. Para pasar un poco más el calor, empezaron a probar los chupa chups (una especie de jugo artificial helado) con chipa, mientras esperábamos el almuerzo. El tereré aplacaba el calor y nos contaban cosas de la movida francesa, de su ciudad, de Europa en si, de su viaje por Brasil, entre otras cosas, mientras la tarde iba avanzando y llegaba la hora de ir a montar todo en Gales para el reci, ya que tenía que empezar temprano para que la gente se pueda retirar antes de las 22 a su casa sin quedarse sin ómnibus, como se había pensado para la comodidad de todos.



Mbopí había dado una mano enorme con los equipos y lo montamos rápido, ajustando el sonido al máximo. La gente estaba tan entusiasmada que llegó incluso antes que nosotros al local, donde ya se preparaban las ferias de materiales, parches, remeras y comida veggie. La banda encargada de romper el hielo e invitados sorpresa eran Realidad Encendida, trío punk que empezó a hacer ruido ante la atenta mirada de todos y los aplausos de aprobación. La Orquesta Juvenil Los Modernos hacia su segundo show con 5 temas que duraron 4 minutos en total, un set fugaz ante la mirada de gente que parecía no entender lo que pasaba pero que lo disfrutaba.  La noche caía y con ella subían los Luisonz a tocar, a esa altura, el local ya estaba lleno, sorprendiéndonos ante la respuesta del público. Luisonz hizo bailar a todos sin excepción, con un show loco que nos sacaba carcajadas entre tema y tema con los disparates de Fer. Llegaba el turno de Estampida, que volvíamos después de varios meses de inactividad debido al viaje de nuestro bajista. Habíamos decidido continuar y se unía Kevin a la familia en el bajo. Fue uno de los shows más lindos de la E, sentimos el cariño del público, y nunca vamos a olvidar esa noche.

Tras unos minutos de preparativos, estaban listos para sonar nuestros nuevos amigos franceses. Good Good Things estaba en el escenario, el trío europeo empezaba a dar acordes y pasó lo más sorprendente en años: El pogo más intenso que vi en todos estos años. Una banda prácticamente que habían conocido hace meses la mayoría de los que estábamos ahí, empezaban a tocar tema tras tema y absolutamente nadie se quedaba parado. Chicos y chicas se encontraron en un pogo intenso, sin dejar de agitar un solo tema, que sonaban sin parar, dejándonos a muchos sin aliento. Tras una veintena de temas, como indicaba su set list de madera, el show llegaba a su fin. Lo que más lamento de ese día es que en medio de la adrenalina, nos olvidamos de sacar fotos o filmar y dejar registrado el show de estos amigos.


Se encargaría de cerrar Anomalía, con la furia que caracteriza a esta banda de chicos y chicas con mucha rebeldía, sonido crudo y gritos ensordecedores. La fiesta había acabado, pero nadie quería ir a su casa. Afuera, los chicos de Good Good Things se pasaban compartiendo cervezas y charlas con mucha gente, principalmente dando clases rápidas de francés. Volvimos a Sajonia y nos quedamos despiertos hasta la madrugada. Al día siguiente era hora de partir a Posadas, y conocer un poco la ciudad, por lo que teníamos que arrancar antes de que salga el sol.





Por la mañana, todos estábamos arriba a las 7 de la mañana. El bus a Posadas salía a las 10, así que teníamos un par de horas para caminar por el centro. Recorrimos varios lugares mientras seguíamos comiendo chipa y tomando tereré. Luego de una extensa caminata, volvíamos con prisa a Sajonia para que tomen el bus que los dejaría en la terminal, donde los acompañó Benito.



El show de Good Good Things abrió claramente el camino para que otras bandas DIY europeas tengan en cuenta a Asunción en sus giras sudamericanas, pero por sobre todo, significó el hecho de hacer nuevos amigos de tan lejos, que no sabemos si los volveremos a ver por acá, o por allá, pero como diría Teco, baterista de Beautiful Sundays: “No encontraremos por los caminos del Hardcore Punk”.


CHAVO