Esto surgió sin dudar.
Joaquín de Los Caídos y Hernán de Beautiful Sundays estaban dando una mano a
estos chicos franceses que estaban armando su tour sudamericano, y querían que
Asunción fuese una parada para ellos. Así fue, Asunción se sumó gustosa a la
grilla de conciertos que darían por el continente. Desde el principio hubo
cierto tipo de desconcierto con respecto a la banda que venía. Por más que
buscáramos en Internet, no encontrábamos más que el bandcamp con sus discos
lanzados (que sonaban increíble por cierto, muy muy ochentoso el sonido,
recordándonos a Black Flag y otras bandas similares) y un blog donde posteaban
sus flyers de recis. Nada más. Un par de videos en YouTube, nada de fotos, nada
de fanpages, nada de info. La comunicación era por medio de mails, lo que nos
llevó a suponer que no estaban tan amigados con las redes sociales.
El reci estaba marcado
para el Jueves 12 de Marzo, un día no muy favorable para hacer eventos, pero de
igual manera le metimos todas las pilas para que esto salga super. La llegada
de los chicos estaba prevista para la tarde de ese mismo Jueves, como estaba
trabajando, Benito y Roy fueron los encargados de ayudar a la banda a ir a
buscarlos de su viaje desde Ciudad del Este, donde habían tocado un día antes,
y traerlos hasta la casa en Sajonia. La casa estaba lista y llegaron muertos de
calor. Ni bien se acomodaron, nos empezamos a conocer, hablando español, inglés
y aprendiendo francés. Para pasar un poco más el calor, empezaron a probar los
chupa chups (una especie de jugo artificial helado) con chipa, mientras
esperábamos el almuerzo. El tereré aplacaba el calor y nos contaban cosas de la
movida francesa, de su ciudad, de Europa en si, de su viaje por Brasil, entre
otras cosas, mientras la tarde iba avanzando y llegaba la hora de ir a montar
todo en Gales para el reci, ya que tenía que empezar temprano para que la gente
se pueda retirar antes de las 22 a su casa sin quedarse sin ómnibus, como se
había pensado para la comodidad de todos.
Mbopí había dado una mano
enorme con los equipos y lo montamos rápido, ajustando el sonido al máximo. La
gente estaba tan entusiasmada que llegó incluso antes que nosotros al local,
donde ya se preparaban las ferias de materiales, parches, remeras y comida
veggie. La banda encargada de romper el hielo e invitados sorpresa eran
Realidad Encendida, trío punk que empezó a hacer ruido ante la atenta mirada de
todos y los aplausos de aprobación. La Orquesta Juvenil Los Modernos hacia su
segundo show con 5 temas que duraron 4 minutos en total, un set fugaz ante la
mirada de gente que parecía no entender lo que pasaba pero que lo
disfrutaba. La noche caía y con ella
subían los Luisonz a tocar, a esa altura, el local ya estaba lleno,
sorprendiéndonos ante la respuesta del público. Luisonz hizo bailar a todos sin
excepción, con un show loco que nos sacaba carcajadas entre tema y tema con los
disparates de Fer. Llegaba el turno de Estampida, que volvíamos después de
varios meses de inactividad debido al viaje de nuestro bajista. Habíamos
decidido continuar y se unía Kevin a la familia en el bajo. Fue uno de los
shows más lindos de la E, sentimos el cariño del público, y nunca vamos a
olvidar esa noche.
Tras unos minutos de
preparativos, estaban listos para sonar nuestros nuevos amigos franceses. Good
Good Things estaba en el escenario, el trío europeo empezaba a dar acordes y
pasó lo más sorprendente en años: El pogo más intenso que vi en todos estos
años. Una banda prácticamente que habían conocido hace meses la mayoría de los
que estábamos ahí, empezaban a tocar tema tras tema y absolutamente nadie se
quedaba parado. Chicos y chicas se encontraron en un pogo intenso, sin dejar de
agitar un solo tema, que sonaban sin parar, dejándonos a muchos sin aliento.
Tras una veintena de temas, como indicaba su set list de madera, el show llegaba
a su fin. Lo que más lamento de ese día es que en medio de la adrenalina, nos olvidamos de sacar fotos o filmar y dejar registrado el show de estos amigos.
Se encargaría de cerrar
Anomalía, con la furia que caracteriza a esta banda de chicos y chicas con
mucha rebeldía, sonido crudo y gritos ensordecedores. La fiesta había acabado,
pero nadie quería ir a su casa. Afuera, los chicos de Good Good Things se
pasaban compartiendo cervezas y charlas con mucha gente, principalmente dando
clases rápidas de francés. Volvimos a Sajonia y nos quedamos despiertos hasta
la madrugada. Al día siguiente era hora de partir a Posadas, y conocer un poco
la ciudad, por lo que teníamos que arrancar antes de que salga el sol.
Por la mañana, todos
estábamos arriba a las 7 de la mañana. El bus a Posadas salía a las 10, así que
teníamos un par de horas para caminar por el centro. Recorrimos varios lugares
mientras seguíamos comiendo chipa y tomando tereré. Luego de una extensa
caminata, volvíamos con prisa a Sajonia para que tomen el bus que los dejaría
en la terminal, donde los acompañó Benito.
El show de Good Good
Things abrió claramente el camino para que otras bandas DIY europeas tengan en
cuenta a Asunción en sus giras sudamericanas, pero por sobre todo, significó el
hecho de hacer nuevos amigos de tan lejos, que no sabemos si los volveremos a
ver por acá, o por allá, pero como diría Teco, baterista de Beautiful Sundays:
“No encontraremos por los caminos del Hardcore Punk”.
CHAVO