Noche calurosa, noche estrellada,
noche perfecta. Oscurecía en Asunción el pasado sábado 2 de Agosto y como
muchos, subía al bondi para ir al recital de una de las bandas que más marcaron
mi adolescencia, a reencontrarme con viejos y nuevos temas que aceleran el
corazón, te hacen cerrar fuerte los puños y cantar sin parar; a reencontrarme
con viejos amigos a quienes veo sólo en este tipo de ocasiones, a reencontrarme
conmigo mismo, a no olvidar mis raíces.
Llegando al local del
evento el panorama pintaba bien: Mucha gente esperando a que los portones se
abran, grandes rondas de amigos, ferias. Linda fue la sorpresa de encontrar a
los amigos de Formosa y Clorinda que venían a agitar también con Cadena Perpetua.
Al entrar al local, me sorprendí con la infraestructura ya armada: Luces,
amplificadores potentes, todo increíble. El bajón: Vallas frente al escenario.
Aunque es cierto, hay que tener en cuenta que en los recis grandes nunca faltan
los desubicados.
Los portones se abrían y
la primera banda en asaltar el escenario eran los Mojones: La banda que lleva
el legado ramonero siempre alto no defraudó, temas propios y algunos covers
bien hechos, la presencia escénica siempre respetable. Con un set de 15 temas,
empezaban a calentar los motores de aquellos que ya entraban al local, a esa
altura, casi por la mitad de su capacidad. Sudados y contentos, los Mojones
cumplían una vez más con creces para dar paso a la siguiente banda telonera:
Piter Punk. Gabo y los muchachos una vez más dejaron todo de en un show bien
cargado, con temas coreados por todos,
los primeros pogos aparecían y dejaban en claro que la trayectoria tiene su
peso: el cariño y el respeto del público. Debo destacar que es un gustazo ver a
Mamber tocar. Un show aparte, inyectando energía. Los Piter dejaban extasiados a todos,
el local se llenaba de a poco; y entró la última banda telonera, los
responsables de esta hermosa fiesta: Mente Salvaje. Hice un flashback, éramos
tan pibes allá por el 2010 cuando tocábamos todos juntos, y ahora, se nota a
leguas la madurez de la banda. Sonido sólido del trío, hicieron al público
moverse y corear los temas, una gran fiesta.
El silencio se apoderó
del local, el público quería el plato principal y los preparativos duraron unos
minutos. La espera no fue larga y tres figuras se apoderaban del escenario:
Cadena Perpetua estaba frente a nosotros. Sin más preámbulo, empezaron a
disparar con Malas Costumbres. El pogo se apoderó de todo el local, la gente,
como despertando de repente, empezaban a corear a los gritos el clásico de la
banda. Delincuentes era el segundo tema, seguido de Que Mundo, ambos del disco
Plaga. Culpables sonaba y los decibeles bajaban pero el pogo no paró jamás, la
gente estaba excitada y no dejaban de saltar. Dispara era el quinto tema y
primero de su álbum Largas Noches. Con los primeros acordes del bajo sabíamos lo
que venia: Música intensa, corta, y los primeros intrépidos volaban por los
aires. Vivirías, del mismo álbum, llegaba después, el público se tranquilizaba
un poco para tomar aire, aunque sin dejar de cantar de principio a fin. Con
Panorama, el pogo intenso volvía, seguido de Cómo Poder y Ángel del Pasado,
clasicazo de su disco Buscando Salidas de 1997, fue uno de los temas más
coreados. Con De Más, los músicos se tomaban un pequeño respiro y aprovechaban
el receso para interactuar con el público. La humildad de éstos tres monstruos
es inmensa, me lo demostraron hace 5 años atrás cuando tuve la oportunidad de
estar con ellos y ver el show desde el escenario. Creo que es lo que los hace
más grandes aún: No perdieron jamás el alma de pibes de barrio a quienes les
gusta tocar para divertirse y dar un mensajes y no ser rockstars intratables.
Volvían a atacar con Algo
Personal, las sonrisas se apoderaban una vez más de los rostros de pibes de
todas las edades que agitaban sin descanso. Te Quiero Mal seguía el set, las
chicas se soltaban y se montaban sobre las espaldas de chicos llegando hasta
frente al escenario en andas. In The Crowd era el siguiente tema, e
inmediatamente después sonaba Buscando Salidas, otro clásico para el delirio
del público que sin poder tomar aire, se encontró con otro tema distinguido de la banda: Fiel Soledad. La
noche que de por sí estaba calurosa, dentro del local se volvía un horno. El
decimosexto tema sería Los Miserables, otro tema de su disco Demasiada
Intimidad. Juventud Suicida seguía en la lista, luego del cual nos deleitaban
con Por Qué?, un tema bastante conocido por todos. Relaciones Peligrosas, más
conocida como Clonazepam, del disco Plaga, sonaba a continuación.
Tras otro breve descanso,
la artillería pesada sonaba: Por que parar? Y Desde el Infierno desataban un
agite épico, seguidos inmediatamente de La Reacción y No mires al cielo dejaban
sin aliento a toda la concurrencia que no se cansaba, que quería que no acabara
nunca. Si me ves y Sobrevivir seguirían, hasta que llegaron los dos últimos
temas: I wanna destroy you, recordándome a los inmortales Circle Jerks y el
cual tuvo que parar debido a dos desubicados que se agarraron a los golpes. Luego
de separados y sin dejarnos por el tema por la mitad, continuaron como si nada
los hubiese detenido, una calidad bárbara de los músicos. Sigo acá, era el
último tema. Nadie querían que dejen de tocar, pero sin darnos cuenta, 28 temas
habían sonado ya. Vala, en medio de la muchedumbre, invitaba por el micrófono a
todos aquellos que quisieran pasar a saludar y compartir un momento con los
chicos de la banda serían bienvenidos, gesto muy aplaudido por el público y que
dejaba en claro la grandeza de estos tres argentinos que dejaron todo de sí.
Tuvimos que esperar 5
años para poder volver a verlos. Ahora sólo espero que sean 5 meses. Todos
quedamos con ganas de escuchar muchos más temas, que demuestran que una banda
con 24 años de trayectoria no puede resumir en dos horas toda su rica historia.
La gente se portó, ningún incidente fuera del local, muy poca gente quedó en la
vereda y el sonido estuvo impecable. Vale la pena además, recordar a quienes
hacen un trabajo enorme en Cadena Perpetua sin estar tocando: Tato, el
responsable de que todo esté a punto en el escenario; y Murdok, siempre atrás,
con la feria DIY, costumbre que ojalá nunca se pierda. Me siento orgulloso de
que un grupo de chicos basados en la autogestión puedan montar shows tan buenos
como éste, y que no estemos dependiendo de unos empresarios con hambre de
dinero para poder divertirnos. Que esta construcción sea constante y
enriquecedora, y por sobre todo, que siempre dependa de nosotros. Hasta la
próxima, Cadena Perpetua! Asunción los espera, siempre.
Fotos por: Sergio BL y
Chavo.