Luego de meses de
preparativos, de recalendarizaciones, de actividades juntando fondos para
cubrir gastos, de ir de aquí para allá, llegó el día esperado. Lo que iba a ser
un solo concierto en la ciudad, pasó a convertirse en una maratónica gira de
tres conciertos en menos de 10 horas en un radio de 10 cuadras, todos ellos
gratis y en la calle. Un día histórico, ya que contando mal y rápido, Ians tocó
para aproximadamente 500 personas en esos tres shows, inclusive muchos de ellos
estuvieron presentes en la tripleta.
El viaje largo tenía que
valer la pena, así que Kenji propuso hacer un after show en La Chispa,
consiguió el local y la banda invitada fueron los brutales Luisonz. La fecha
principal era por la tarde en la plaza de la Democracia, en la segunda edición
del Tesape’a Fest II con Vecindad Autopsia, Estampida, Brigada King Kong desde
Formosa, Repudio, NDTK y Scratchy Noise. Dos fechas nos dejaban contentos ya
hasta que surgió la posibilidad de hacer un show matiné (matiné real, por la
tarde) en Powerline, la tienda de grafitti de mi amigo Oz. Nos sumamos con Los
Modernos y así, ese jueves se concretaban tres shows para el sábado.
Toda la semana fue de
difusión, de cumplir burocracias, de armar los discos de Ians lanzados acá con
mis amigxs, el clima estaba y sólo esperábamos que estén acá. El sábado
llegaban a las 7 de la mañana, luego de una noche larga yo llegaba a la
terminal (luego de casi pasarme por quedarme dormido en el bondi) al mismo
tiempo que ellos. Los abrazos no se hicieron esperar y un día gris les daba la
bienvenida, con el quebranto de una posible lluvia siempre dentro de mí, ya que
los tres shows eran al aire libre. Maccarena aliviaba esto con mensajes
ofreciendo un local techado si fuera así, calmando un poco las tensiones.
Subimos al bondi y
llegamos a casa, mientras se higienizaban y tomábamos el desayuno, seguíamos
armando los cds, los vinilos giraban, las risas se escapaban fácilmente y el
tan querido sol se mostraba radiante y el calor duro, como siempre. El tereré
hacía pasar eso, Benito llegaba a casa para ayudar en lo que fuese necesario,
así como Rebe, que estuvo atenta y fue un pilar importante en todo momento.
Luego del desayuno, salimos a caminar por el centro con un calor tremendo,
dimos vueltas hasta ir a Powerline, donde Stivo quedó fascinado como niño en
juguetería hablando con Oz sobre los aerosoles, el grafitti y el street art.
Facu y Chelo ponian vinilos en la tienda y Cleta, Cleta siempre alegra la vida
aunque esté callado.
Volvimos a casa a
almorzar, mientras ellos se servían con Rebe salimos volando rumbo a la Plaza
de la Democracia, ya que hasta ese momento no habíamos podido hablar con la
gente encargada del espacio. Con mucha suerte conseguimos la llave del tablero
de electricidad y ya teníamos el show
asegurado. Kevin y Diego ya estaban en Powerline armando el primer show, dos
personas que fueron de suma importancia para que todos los shows salgan
perfectos. Kevin acercó a los chicos hasta el allí y ya había un ambiente
festivo.
PRIMER SHOW – POWERLINE
SHOP 16:00 Hs.
El show arrancaba a las
16, abríamos con Los Modernos, con un show rápido (como siempre), sin bajo y
casi sin ensayar. A las 16:15 Ians sonaba por primera vez en Asunción. El lugar
repentinamente se llenó y empezó el pogo. En un momento, miro y me doy cuenta
que una leve llovizna había caído, volviendo la preocupación con respecto al
clima. El show de Ians fue bien completo, dejó a los chicos con el ánimo por
las nubes y a la gente que los había visto con ganas de más.
A las 17 empezamos a
desmontar todo rápidamente y Kevin llevó las cosas hasta la Plaza, distante a
unas 6 cuadras; para empezar el festival.
SEGUNDO SHOW – PLAZA DE
LA DEMOCRACIA 18:00 Hs.
Como estaba programado,
el show empezó a las 18. Los Scratchy Noise, ausentes por un tiempo de la
movida se encargaban de abrir el festival. Un show realmente sorprendente
dividido en dos partes: La Primera con la formación normal, la segunda con un
cambio de integrantes a los que se sumó una chica que tocaba bastante bien la
batería y un chico con una voz muy similar a Jello Biafra (de hecho, deleitaron
con algunos covers de Dead Kennedys) para armar los primeros pogos de la tarde
que iba muriendo. El cielo se mostraba despejado y los NDTK subían a hacer ruido. Un sonido demoledor muy
sólido, en donde por primera vez se escuchó perfectamente la propuesta de la
banda, que a veces se ve limitada en algunos shows por no contar con todas las
comodidades. Repudio, la banda sinónimo de lucha y hermandad eran los
siguientes en la grilla, y no defraudaron. Un show corto pero emotivo, con toda
una plaza gritándole a los fachos de turno que se vayan, y alentando a que la
lucha estudiantil siga sin decaer hicieron que el público se euforice y empiece
a bailar desenfrenadamente con temas que a esta altura ya son clásicos de la
banda sanlorenzana. Luego de ellos, nos tocaba subir a los chicos de Estampida.
Un show muy emotivo para nosotros, que nos dio la confianza que necesitábamos
para encarar el tour a Buenos Aires que se viene. Luego de media hora con temas
viejos, temas reversionados, y temas nuevos, el set terminó y le tocaba el
turno a nuestros hermanos invitados desde Formosa, Argentina; quienes ya son
prácticamente locales: Brigada King Kong.
Al trío se sumó Alfredo
en el bajo para un show rápido que dejó a todos con las revoluciones a mil, con
stage divings, pogo y mosh pit como debe ser, dejando en claro que la banda
cada día suena mejor y conquistando a propios y extraños con su propuesta, ya
que varias personas luego del show durante la semana preguntaban como se
llamaba la banda y donde podían escucharlos.
Y llegó el turno del
plato fuerte de la noche: Ians. El segundo show en la ciudad empezaba cerca de
las 21:00 con una lluvia de papeles picados que daban la bienvenida a nuestros
invitados especiales. Tema tras tema, la gente se sumaba de a poco al pogo, se
tiraba del escenario, robaba micrófono para cantar alguna estrofa, y todos esos
ingredientes que hacen del hardcore algo tan hermoso. Luego de casi una hora de
show intenso, Ians le decía chau a la plaza pero no a la ciudad, todavía
quedaba un show más.
Los encargados de cerrar
el festival fueron los ya veteranos de Vecindad Autopsia. 13 años como banda
dan sus frutos y el agite que se armó en la plaza con cada tema de ellos daba
piel de gallina. La gente coreaba a los gritos cada canción, ya en el punto
máximo de la noche. Luego de un buen tiempo de show, Vecindad decía chau y el
festival terminaba de una manera ejemplar: Con muchísimos pibes y pibas
limpiando la plaza, dejando todo de la misma manera (o mejor) en la que se
había encontrado.
TERCER SHOW – LA CHISPA
23:00 Hs.
A esta altura de la
noche, personalmente ya estaba molido, pero claramente ni la banda ni el
público querían descansar. Mi demacrado rostro que necesitaba horas de sueño
para reponerse asustó a los chicos de Ians, pensando que me pasaba algo. Luego
de una espera y con unas 150 personas esperando, los Luisonz arrancaban a tocar
en plena calle, con el pogo en el asfalto entre auto y auto.
El sonido renovado de
Luisonz hace bailar a cualquiera de una manera en que te hace perder los
estribos. Un tema tras otro, brutales todos, desataban un baile por un lado
descontrolado, y más para el fondo violento. Patadas, sonrisas, desacato a la
policía, botellas partidas y sangre dejó esta banda tan querida a su paso.
La falta total de respeto
a la figura policial que andaba rondando cada tanto por frente al bar, dejó a
los Ians con la adrenalina por las nubes. Cerca de la 1, empezaban a sonar por
última vez. Nadie estaba cansado y el pogo no se hizo esperar, junto a la
canción más coreada: 1312 y su frase “todos los polis son bastardos”. Tema que
lo repitieron cada vez que la patrullera pasaba por el lugar, con la gente
sacada haciendo pogo, golpeando el móvil policial e insultando a los agentes
que nada podían hacer desde adentro. El emotivo show acababa y Stivo se
entretuvo haciendo un grafitti enorme con el nombre de la banda en una persiana
metálica frente al bar, lugar donde nos tomamos una foto colectiva con algunas
de las personas que asistieron, tocaron o ayudaron para que esto sea posible,
un registro hermoso que guarda para la posteridad todo lo vivido en ese día.
Stivo y yo fuimos a dormir a casa (qué raro, los dos straight edge aburridos) y
Chelo, Cleta y Facu se quedaron dando vueltas por la ciudad, ya que a esa
altura se habían hecho amigos de muchísima gente quienes los acompañaban en
todo. Llegaron a las 6 de la mañana, un poco antes de salir para tomar el bus a
Posadas, la siguiente ciudad en la gira. Pero esa ya es otra historia.
Ese histórico 24 de
Octubre va a quedar en la memoria de quienes tanto luchamos por esto sin ningún
ineterés como el día en el que muchísima gente conoció lo que es el hardcore y
se unieron a nosotros en un pogo enorme. Ese día va a quedar en nuestra memoria
como la vez que 4 locos vinieron de Buenos Aires a dejar la vida tocando en 3
shows en un mismo día sin quejarse del cansancio. Ese día va a quedar
definitivamente, como el día en el que tomamos la calle con nuestra música.
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